El área genital es la sede del segundo chakra o centro energético. Está representado por nuestros impulsos sexuales y de fantasía, creatividad, procreación. Su elemento es el agua. Las sensaciones, el placer, la sexualidad y las emociones están asociadas con este chacra. Cuando este chakra está equilibrado, experimentamos emociones estables y auto aceptación.
Caso contrario, la persona no establece unos límites sanos, por ejemplo, carencia de estima puede conducirlo a buscar aprobación de otras personas. Si esta necesidad la dirige sexualmente, corre el riesgo de que busque muchos encuentros sexuales tratando de encontrar una relación que le de lo que necesita. Hace semanas, llego a consulta una paciente, 16 años, que había sufrido abuso sexual cuando era niña y mantenía relaciones sexuales ocasionales con diversas amistades. Luego presentaba sentimientos de culpa pero repetía esta conducta sexual una y otra vez.
El abuso sexual es un extremo del mal uso de la sexualidad y causa profundo desequilibrio en el funcionamiento de este chakra. El abuso sexual es la agresión que más daña este centro energético, dejando cicatrices que impiden el flujo de energía a través del sistema, despojándola de todo sentido de los límites personales y afectando a sus relaciones futuras.
Cuando ocurren este tipo de casos, las personas afectadas suelen tener problemas físicos y psicológicos como traumas, tristeza excesiva, cambios de estado de ánimo permanente, problemas con la alimentación, consumo de sustancias adictivas, dolor durante la penetración en caso de mujeres o infecciones en general, etc.
Por otro lado, existe los sentimientos de culpa, vergüenza que nos trasmiten algunas religiones o padres que consideran la naturaleza sexual como algo sucio, inmoral, depravado, algo que debemos reprimir o ignorar para estar bien.
También consideramos mencionar, cada chakra actúa de manera integral, es decir si un centro esta desequilibrado, va afectar a los centros energéticos.
Existen diversos métodos de sanación alternativos, como el tratamiento de Reiki, el receptor se acuesta cómodamente, mientras se utiliza la energía Universal para eliminar bloqueos energéticos y equilibrar el Ki del paciente (fuerza vital). Reiki trata la parte física, mental, emocional y espiritual de una persona, ayudando a curar la causa raíz de la enfermedad, ya sea físico, emocional, mental o espiritual.
Otro tratamiento alternativo muy eficaz es la Terapia Pranica, se trabaja limpiando las formas de energía que afectan, para luego energizar nuestro Aura y los chakras. Así, no solo eliminamos aquello que nos lleva a pensar, sentir y actuar de formas desagradables sino que a su vez reforzamos energéticamente la parte del comportamiento de la persona que se quiera potenciar.
En una sesión de psicoterapia pránica el paciente cuenta las dolencias que quiere sanar. Luego la persona se recuesta en una camilla, o se queda sentado de manera cómoda y relajada, y así se comienza a trabajar. Sin tocar al paciente, se quitan las energías enfermas.
Este tipo de tratamiento lo complementamos con terapia floral de bach o california que ayuda a repotenciar el tratamiento energético.
Ningún tratamiento alternativo sustituye a las terapias psicológicas ni médicas sino la complementan.