A partir de la década de los 70, el kinesiólogo John Thie,
desarrolla Toque para la Salud o “Touch for Health”, cuya finalidad es la difusión de métodos simples para mantener y recuperar la salud.
Según este modelo terapéutico, cuando mejoramos el tono muscular, también aliviamos el órgano que comparte este sistema. Se ayuda a la persona en su totalidad, es decir probamos músculos y cuidamos las debilidades encontradas.
El cuerpo es un todo, una sola pieza. Lo que sucede en la cabeza o ingresa en la boca afecta en todo el organismo. Algunos son más afectados, otros menos, pero todo el cuerpo se resiente.
Aún así, sí tenemos un músculo tensionado en la cadera como consecuencia de la debilidad de su opuesto, restringiremos su movimiento. Esto provocara una tensión diferente en un pie; y con el pie, en una posición diferente aparecerán tensiones en otros grupos musculares. Toda la postura del cuerpo se modificará afectando la posición de los órganos internos.
Cuando esto ocurre, se modifica, la nutrición de los órganos sus impulsos nerviosos y hormonales. El equilibrio bioquímico, psicológico y emocional será afectado, alcanzando a cada célula del cuerpo. La persona pensará y sentirá de manera diferente, asumiendo, a su vez, una postura diferente. Aparecerán otras áreas tensionadas, reciclando nuevos.
Para el Toque para la Salud, hay que reequilibrar el sistema buscando en primer lugar, las debilidades musculares en relación con los síntomas y con las posturas realizando una serie de test. Se fortalecen las zonas debilitadas usando los meridianos de energía, o las zonas linfáticas o neurovasculares que le correspondan, y acompañado de la alimentación adecuada.
Es una técnica moderna basada en las milenarias terapias orientales. También está considerada dentro de las terapias de avanzada junto con otras como:
– Técnicas Integración Cerebral
– Técnicas de Liberación Emocional, etc.